Para la tradición china, el postparto es uno de los momentos más importantes de la vida de una mujer, que debe ser cuidada con mimo por la gente que le rodea. Este periodo incluye la participación activa de la familia, no sólo de sangre, sino también la familia que elegimos: los amigos.
Los cuidados del periodo postparto se llaman en chino zuo yue zi (坐月子), y podríamos equipararlo con lo que en occidente se conoce como “cuarentena”. Según la Medicina Tradicional China (MTC) durante el embarazo y el parto la mujer tiene un desgaste de Qi (energía) y Xue (Sangre) considerable y es fundamental reponer este déficit para conservar la salud en los años por venir.
La deficiencia de Qi y Sangre hace a la mujer más vulnerable a cualquier enfermedad y a la llamada depresión postparto. Sin embargo, cuidarse de manera adecuada en este momento puede ayudar a recuperarse no sólo del embarazo y el parto, si no también de estados de deficiencia previos, mejorando el estado de salud pre-embarazo, tonificando la Sangre y fortaleciendo la energía de Riñón.
Se da especial importancia al reposo durante el mes posterior al parto, en el que la madre se dedica exclusivamente a descansar, reponer fuerzas, alimentar y acompañar al bebé. El resto corre a cargo de la familia y los amigos, que se vuelcan con la nueva mamá para resolver todas las responsabilidades y necesidades cotidianas, asegurándose de que mamá come alimentos que le nutrirán y ayudarán en su recuperación.
Es importante tener en cuenta que en nuestra sociedad, con una línea mucho más individualista y con un sentido de la privacidad distinto al chino, a veces se tiende a evitar que haya gente cerca de la nueva familia –además de la importancia de la intimidad para la creación del vínculo entre madre y bebé–, pero vale la pena elaborar un “plan de acción” y aceptar la ayuda de algunas personas cercanas. ¡Dejarse ayudar y cuidar es uno de los grandes aprendizajes del postparto! Además de tu pareja, tu familiares y/o amigos pueden venir a visitarte y traer la comida de ese día, o echar una mano con el orden en casa, hacer la compra o cuidar un momento del bebé o cambiarle el pañal mientras te das una ducha.
Sugerencias para el postparto inmediato
Estas sugerencias no son sólo para el postparto inmediato, si no que conviene continuar observándolas durante todo el periodo postparto.
Ir al lavabo
Muchas mujeres evitan ir al lavabo (a orinar y/o defecar) después del parto por miedo al dolor. Es fundamental hacerlo, así que para ayudar a estimular la salida de la orina se puede usar una bolsa de sal caliente para calentar la zona abdominal (si hay una cesárea, deberá evitarse la zona cercana a la herida hasta que esté completamente cerrada). La sal tiene un efecto tonificante en el Riñón.
Alimentarse para recuperarse, producir leche de buena calidad y en cantidad suficiente
Según la tradición china, el arroz dulce o glutinoso favorece la lactancia, ayuda a crear una leche dulce y nutritiva para el bebé. La alimentación energética recomienda, además del arroz glutinoso, tomar amazake, leche de avena, cremas de cereales (mijo, arroz, avena), semillas en polvo (sésamo, de calabaza, de girasol…).
Para nutrir la Sangre puedes comer dátiles, pasas, huevos (ecológicos), espinacas, pescado, verduras de hoja verde, longán seco, caldos.
Vale la pena comer poco y varias veces al día para reforzar la energía digestiva. Los estilos de cocción más indicados serán los salteados largos, estofados, cremas dulces de verduras, compotas.
Durante todo el periodo de lactancia deben evitarse las especias (sobre todo el ajo), los tés especiados (como el yogi tea), estimulantes (café, té), vinagres y cítricos, verduras que producen gases (coles, coliflor, alcachofa…) y bebidas con gas y alcohol.
Mantenerse calientita
Evitar el frío es uno de los principios fundamentales del zuo yue zi. Se ha de evitar coger frío, especialmente en la zona lumbar y abdominal, así como protegerse de las corrientes de aire. Esto incluye evitar el agua fría o coger frío al salir de la ducha caliente. Además deben evitarse los alimentos de naturaleza fría (ver tabla) o fríos de temperatura (como los alimentos crudos o las bebidas frías).
El sistema superficial está “abierto” en estos momentos y es muy fácil que las energías climáticas, especialmente el frío o el viento, penetren alojándose en el interior. Esto puede acarrear problemas en el futuro, como frío en el útero (que puede llevar a retrasos menstruales o dolor menstrual) o dañar el Yang de Riñón.
A partir de la segunda mitad del Mes dorado
Actividad física
A partir de que el médico da su visto bueno para la realización de actividad física, conviene empezar a moverse. El momento indicado dependerá del tipo de parto que hayas tenido y de si ha habido algún tipo de complicación o no. Seguramente si has tenido un parto vaginal y sin ninguna complicación podrás iniciarla a la mitad del Mes dorado.
Se puede empezar con estiramientos suaves, lo que evitará que Qi y Sangre se estanquen. El reinicio de la actividad debe ser progresivo y suave, ya que un exceso de actividad acabará desgastando la energía de Bazo y Riñón.
También es posible realizar una actividad como el Yoga para mamás y bebés. En estas clases dirigidas podrás recuperar el tono de tus músculos abdominales, mejorar la circulación en la zona de la pelvis, recobrar la postura corporal que se había modificado para adaptarse al peso de la barriga y fortalecer el suelo pélvico, todo esto en compañía de tu bebé 😉
¿Y si hay algún problema?
Durante el postparto es posible que se presente algún problema, aunque hay muchos números de que todo se desarrolle sin complicaciones. En el caso de que te encuentres con alguna molestia o trastorno, la Medicina Tradicional China (MTC) puede ayudarte a recuperar el equilibrio.
El tratamiento de algunas dificultades frecuentes en esta etapa, como pueden ser los trastornos de la lactancia (agalactia, hipogalactia –ausencia o falta de leche materna–, galactorrea o mastitis), el agotamiento, la fatiga, la caída de cabello, notar que las defensas están bajas, así como las alteraciones en el estado de ánimo (depresión o labilidad emocional), la dificultad para orinar o incontinencia, el dolor abdominal, lumbar o articular, el estreñimiento y/o las hemorroides, la hemorragia uterina persistente, etc. pueden ser aliviadas de manera muy efectiva mediante las técnicas de la MTC (acupuntura, masaje tuina, fitoterapia), la osteopatía ginecológica y la alimentación energética, además del soporte emocional.
En caso de cesárea, también es posible potenciar una cicatrización más rápida y en mejores condiciones. La acupuntura –a veces en combinación con masaje, ventosas y electroacupuntura– puede favorecer la recuperación y mejorar el aspecto de las cicatrices al favorecer la circulación energética en los meridianos y la nutrición local (ver ¿Tienes alguna cicatriz que no te guste o te cause molestias?). Por su parte, la osteopatía (ver Postparto y osteopatía) ayuda a recuperar la movilidad de los tejidos y evitar adherencias y la alimentación energética (ver Pautas de alimentación para facilitar una buena y rápida cicatrización) fomentará que la cicatriz se haga de manera adecuada y lo más rápido posible.
Si te apetece asesoramiento para prepararte para tu mes dorado o tienes alguna molestia, no dudes en consultarnos 😉
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Referencias:
Xiaolan, Z., Kinoshita, K. (2006) Medicina Tradicional China para la mujer. Editorial Urano
González, H. (2014) Apuntes de alimentación energética.
MACIOCIA, G. (1998) Obstetrics and Gynecology in Chinese Medicine. Churchill Livingstone
Foto: Mark DeMaio. Post partum. (CC BY-NC-ND 2.0)
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Publicado originalmente 02/12/2014
Dardané González es Graduada en Medicina Tradicional China y Acupuntura por ISMET, Graduada en Quiromasaje por ISMET, terapeuta, docente y directora de comunicación en Instituto Meridians en Barcelona.
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