La Medicina China es un sistema médico completo con más de 4000 años de antigüedad y experiencia clínica.
Los primeros textos clásicos de la Medicina China se recopilaron a partir del siglo V a. C y cuentan en los primeros tratados de Medicina de la Humanidad, es el caso por ejemplo del tratado Huang Di Nei Jing.
Su funcionamiento se diferencia de la medicina alopática occidental que se centra principalmente en el diagnóstico de las enfermedades y en los medios para hacer desparecer los síntomas con soluciones externas al individuo.
La MTC en cambio considera el organismo desde un punto de vista global u holístico, con el objetivo de alcanzar la plenitud de cuerpo, mente, emociones y/o espíritu, el equilibrio y fortaleza de los 3 tesoros (san bao): Jing | la Esencia, Qi | la Energía, Shen | el Espíritu.
La mayoría de enfermedades se entienden como un aviso que el cuerpo nos da para indicarnos que algo no funciona correctamente y por tanto debemos identificarlo para intentar cambiarlo.
El ser humano es un microcosmos dentro del macrocosmos, se rige por las mismas leyes o principios vitales que rigen el Universo.
La Medicina China basa sus métodos de diagnóstico y tratamiento en la teoría del Yin y el Yang y en la teoría de los 5 elementos o Wu Xing, tanto para el tratamiento como para la prevención de enfermedades, la regulación de la Energía o Qi y de la Sangre en los meridianos o canales de acupuntura.
Según la Medicina China, el organismo es una organización que resulta de la combinación de materia (el cuerpo físico) de naturaleza Yin, y de energía de naturaleza Yang. El equilibrio entre estos dos grandes principios y de su manifestación en los 5 elementos (agua, madera, fuego, tierra, metal) determinan el estado de salud. Las alteraciones de este equilibrio son responsables de la enfermedad.
Para establecer un diagnóstico exacto nos basaremos en la información recogida a través de la observación atenta, preguntas sobre el funcionamiento del organismo, la observación de la lengua y la palpación del pulso. A partir de la información recogida se realizará el tratamiento.
Para ello, el terapeuta se vale de técnicas muy eficaces y reconocidas como son la acupuntura, la moxibustión (aplicación de calor en los puntos acupunturales), la fitoterapia, el masaje tuina, la dietoterapia, las ventosas así como del Qi Gong.