Los probióticos son grupos definidos de microorganismo vivos que en cantidades concretas favorecen el equilibrio y buen funcionamiento de la microflora intestinal.
La acción de los probióticos no sólo favorece la salud del sistema digestivo, si bien repercute positivamente en la salud de todo el organismo, y muy especialmente del sistema inmunitario.
Una cepa probiótica se cataloga en base a su género, especie, y a una designación alfanumérica.
Las cepas probióticas que colonizan la mayor extensión del tracto intestinal superior y de la vagina son del género Lactobacillus (L. acidophilus,L. bulgaricus,L.casei, L.plantarum,L. rhamnosus…).
Los lactobacillus convierten la lactosa y algunos monosacáridos en ácido láctico, favoreciendo un medio ácido que inhibe el crecimiento y desarrollo de bacterias dañinas. Esta acción beneficia la regeneración de la flora intestinal reforzando las colonias bacterianas, al tiempo que protege la vagina femenina contra la infección por cándida albicans.
El colon por su parte, está colonizado por el extenso grupo de las denominadas bifidobacterias o Bifidus. Ayudan en la digestión mejorando la asimilación de los nutrientes, y se asocian a una menor incidencia de alergias recurrentes, al tiempo que previenen formas de crecimiento tumoral.
La ausencia de este tipo de bacterias beneficiosas nos va a producir malestar general, cansancio, alternancia de diarreas y estreñimiento, digestiones pesadas, descenso del sistema inmune con facilidad para contraer enfermedades víricas (gripes, catarros), infección por Helicobacter pylori, intolerancias alimenticias, eczemas de piel y alergias entre otras.
Pruebas a doble ciego preliminares sugieren que los probióticos pueden ayudar a prevenir enfermedades cardíacas reduciendo los niveles de colesterol.
Las dosis terapéuticas se expresan en billones de organismos, una dosis diaria debe suministrar de 3 a 5 billones de organismos vivos.
El único inconveniente de usar microorganismo vivos es el de asegurar que lleguen en su estado al intestino. Para ello es importante recordar que su toma debe estar siempre separada de la ingesta de alimentos. Lo ideal sería suplementar los probióticos bien 30 minutos antes de la ingesta del alimento, bien de dos a tres horas después de la ingesta de una comida completa.
Los prebióticos son un grupo de almidones no digeribles procedentes de los fructooligosacáridos FOS, lactulosa e inulina.
Su estructura molecular resiste la digestión y absorción en la parte superior del intestino permitiendo llegar intactos al colon, donde se convierten en alimento para los microorganismos probióticos allí presentes estimulando su crecimiento y actividad.
El FOS está presente naturalmente en muchos alimentos como cebollas, espárragos, ajo, puerros y bananas entre otros.
La fermentación del FOS en el colon da lugar a un gran número de efectos fisiológicos, que incluyen:
Aumento del número de bifidobacterias en el colon
- Aumento de la absorción de calcio Ca
- Aumento del bolo fecal
- Reducción del tiempo del tránsito gastrointestinal
- Reducción de los niveles de lípidos en sangre mejorando el perfil de colesterol en sangre
- Reducción del excedente de estrógenos en sangre
Las dosis terapéuticas de prebióticos FOS de acompañamiento a los probióticos (simbióticos), son de 4 a 6 gramos al día.
Seguridad
Los FOS pueden causar distensión abdominal y flatulencia en dosis de 15 gramos o más al día. Personas intolerantes a la lactosa pueden ver agravados estos síntomas de efecto secundario.
¿Cuáles son las indicaciones de su uso?
Si usted está tomando antibióticos , será beneficioso tomar suplementos probióticos y prebióticos (simbióticos) al tiempo y continuar tomándolos durante un par de semanas después de haber terminado su tratamiento farmacológico.
Esta acción le ayudará a restablecer el balance natural de colonias bacterianas en su tracto digestivo.
Su toma es muy beneficiosa en el tratamiento de la diarrea, los probióticos implementan la producción de ácidos grasos favoreciendo un pH ácido que inhibe de bacterias colónicas dañinas.
Su uso está especialmente indicado en personas que han desarrollado algún tipo de intolerancia alimenticia como lo es a la lactosa.
Estudios han demostrado sus beneficios para el tratamiento del estreñimiento y la constipación infantil.
Están especialmente indicados en tratamiento paralelo de afecciones de la piel tipo eczema, psoriasis, y de alergias estacionales que cursan con rinitis.
En caso de querer más información o necesitáis consultar dudas sobre su uso, podéis consultarnos en www.institutomeridians.com o llamando al 645.439.501
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Publicado originalmente el 19/05/2015
Gema Pleite es Graduada en Medicina Tradicional China, Graduada en Naturopatía y Diplomada en Quiromasaje y Técnicas manuales por la escuela CENAC
3 Comentarios
Dardané González julio 25, 2013
Hola Sandra,
Es recomendable comer legumbres durante todo el año al menos 3 veces a la semana y, en esta época, la idea de las ensaladas tibias de legumbres son una muy buena alternativa.
Saludos
sandra julio 25, 2013
Y bien ricas que están! Muchísimas gracias, me encanta vuestra labor.
sandra julio 25, 2013
Ante todo agradecer toda la información que proporcionáis. Me surge una duda, las legumbres no aparecen, ¿serían recomendables para esta época del año a modo de ensalada?.
Gracias!
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