Hablar de mediastino es poder transmitir el concepto de Osteopatía visceral, ya que se refiere a un espacio que reúne diferentes estructuras vitales. Y también es hablar de cómo el osteópata enfoca su tratamiento con la visión de la anatomía, pero sobre todo, relacionando esas estructuras para poder comprender los síntomas.
El mediastino es un espacio “virtual” situado en el centro del tórax, por detrás de nuestro esternón. Es un espacio importante que contiene el corazón y una serie de conductos que vehiculizan el aire, la sangre y el bolo alimenticio (tráquea, esófago, arterias, venas, vasos linfáticos, timo). Está relacionado también con pulmones a través de las pleuras (fascias que envuelven al pulmón) y del diafragma. Se relaciona también con costillas, vértebras. Es decir, este espacio “virtual” pone en íntima relación una serie de órganos y estructuras vitales, por lo que la tensión de una estructura, si o si acabará afectando a la continua y así en un infinito de cadenas, pues nada está separado ni aislado en nuestro cuerpo.
No solo las articulaciones tienen movimiento, cuando hablamos de órganos contemplamos la motilidad, es decir el movimiento propio del órgano (su fuerza intrínseca) y este movimiento es sincrónico y armónico con el resto de los órganos.
Pongo un ejemplo para que se entienda mejor el concepto de la osteopatía visceral y lo interesante del tratamiento y la escucha en mediastino:
Una afectación en el tejido de un pulmón cuya pleura (tejido que envuelve los pulmones) ha quedado afectada, dejando “cicatriz”, “adherencia” por las secuelas de una pulmonía, gripe, infección o la misma medicación, va a impedir que el movimiento del pulmón (su motilidad) sea funcional en su totalidad… esto puede llevar con el tiempo a diferentes manifestaciones:
- Esta “cicatriz”, puede disminuir el movimiento y la funcionalidad del pulmón, por lo tanto, disminuir la cantidad de oxígeno en sangre, esto implicaría que el corazón, tendría que trabajar más deprisa…
- Esa tensión en la pleura podría tirar de otros tejidos y modificar el eje del movimiento de otros órganos o conductos, pudiendo manifestar con los años otros síntomas diferentes, como por ejemplo el tener molestias o sensaciones anómalas al ingerir alimentos, ya que por una suma de tensiones en cadena de las fascias se podría modificar el eje del esófago y, por lo tanto, interferir en una libre deglución, diagnóstico que en un principio desde lo convencional podría estar muy lejano de nuestra antigua afectación de pulmón… y en un diagnóstico por imagen difícilmente se apreciaría.
- También podría haber una falta de energía vital en el órgano, lo que causaría un estado anímico de tristeza o ansiedad en la persona; interesante contemplar la emoción por una falta de vitalidad en el órgano ¿verdad?… Aquí la medicina china tiene mucho que aportar también.
- Podría también ocasionar cervicalgia, ya que la cúpula pleural (límite superior) llegaría a insertarse en primera costilla y en las dos últimas cervicales.
En este ejemplo que se ha dado, el osteópata ayudará a través de la escucha en mediastino y de técnicas muy suaves a recuperar la motilidad y la movilidad de estructuras relacionadas a la zona de “cicatriz” y engranar de nuevo el movimiento orgánico vital y funcional.
A través del MOVIMIENTO los tejidos pueden recuperar flexibilidad, ya que el movimiento ayuda a que la sangre nutra los tejidos. Y donde llega la NUTRICIÓN hay VIDA
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Olga Ros es Graduada en Ostoeopatía por ISMET, Formada en Kundalini Yoga por la Escuela de yoga Anandpur (Barcelona), Diplomada en Hatha Yoga por la Escuela de yoga Kaivalya (Barcelona), Diplomada en Kinesiología por el Instituto del Doctor Guxens, Diplomada en Masaje Terapéutico y Reflexología Podal por el Instituto Cim. Terapeuta en Meridians en Barcelona de 2010 a 2016.
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