Si tenemos en cuenta que la acupuntura es una terapia basada en la estimulación de unos puntos concretos a través de los cuales accedemos al caudal energético del organismo, podemos deducir que no es una terapia invasiva, y que sus recursos son los que dispone el propio organismo en el que se trabaja. Por tanto, aunque puede tener efectos muy potentes, estamos accediendo de manera sutil para regular los desequilibrios que estamos tratando.
Podemos reducir la fuente del malestar eliminando bloqueos de la energía, tonificándola si es necesario o dispersándola si está en exceso. La mejora del usuario dependerá de diversos factores como son su estado general, la edad y la afección que vamos a abordar.
La acupuntura tiene un efecto acumulativo,
es decir, sus efectos se suman tratamiento tras tratamiento. Cuanto más reciente sea una dolencia menos tiempo de tratamiento requerirá y más fácil será devolver al organismo de nuevo a su estado de equilibrio. Al contrario, si estamos hablando de afecciones crónicas el tratamiento deberá ser prolongado.
Esto no quiere decir que no puedan percibirse mejoras al cabo de pocas sesiones. Si tenemos en cuenta que en las afecciones crónicas no sólo hay un malestar físico, sino que hay un componente anímico que con el tiempo ha sufrido desgaste, y que a su vez influye en cómo se vive dicha afección, la mejora del estado de ánimo gracias a la acupuntura puede percibirse en pocas sesiones. Desde la primera visita el paciente suele salir de la sesión relajado y con sensación de bienestar.
Frecuencia de visitas
Según la valoración que se hace en la primera visita, al comienzo del tratamiento se suelen pautar entre una y dos sesiones por semana, que no es conveniente saltarse para no debilitar el efecto y que los síntomas vuelvan a aparecer.
A medida que se va mejorando, las sesiones se van espaciando y una vez se ha establecido una mejora se puede hacer una sesión mensual de mantenimiento.
Cuántas de sesiones
Dos personas con un mismo motivo de consulta pueden necesitar diferente número de sesiones, ya que los tratamientos son personalizados y la manera de responder al tratamiento también puede ser distinta.
Lo más habitual son ciclos de 5 a 10 sesiones, pero puede haber tratamientos más largos como los ginecológicos o de fertilidad.
También debemos diferenciar las patologías degenerativas en la que el mantenimiento con sesiones periódicas es esencial.
Sesiones de mantenimiento
La decisión de hacer un tratamiento mensual con acupuntura es ideal para regular y mantener un buen estado, ya que así se previenen posibles trastornos. Podemos asemejar de esta manera nuestro organismo a un jardín al que vamos cuidando y manteniendo para que se adapte bien a los cambios, tanto externos como internos, que inevitablemente se van sucediendo.
La duración de una sesión es de una hora, en la que primero se revisa el estado general mediante una serie de preguntas, la toma del pulso y observación de la lengua, después de lo cual se inicia el tratamiento de acupuntura de una duración de treinta minutos, y si lo requiere se acompaña con masaje tuina u otras técnicas de la medicina china.
Si quieres saber cómo es una primera visita, consulta este artículo: Qué hacemos en una primera sesión de acupuntura
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