Aprovechando la próxima Jornada del 23 de febrero de 2o13 de Salud Reproductiva, introduzco este tema en referencia a la charla “Cuando el bebé no llega: Recursos Prácticos y Emocionales para vivir mejor el proceso”, pero que puede ser aplicable a cualquier otra situación de vida en la que estamos “pendientes” o a la espera de algo que deseamos pero “que no llega”. Sea un bebé, un empleo, una pareja, los resultados de unas pruebas, etc.
Y es que, una de las cosas que los humanos llevamos peor, es la incertidumbre y el hecho de no poder “controlar” el cuándo o el cómo llegaremos a nuestra meta, ni mucho menos el porqué “a pesar de nuestro esfuerzo, conciencia o motivación”, no se dan los resultados que esperamos.
Como personas racionales, nos han enseñado a luchar y esforzarnos para conseguir las cosas. Y en cierto modo, para las cosas prácticas suele ser así, “quien la sigue la consigue”. Sin embargo, para los aspectos emocionales, corporales o fisiológicos (como sería el caso de la fertilidad), las leyes no son las mismas. Podemos tomar conciencia de lo que queremos, pero no podemos “cambiar” o como mínimo de manera inmediata, aspectos más internos y/o ajenos a nuestro control consciente.
Precisamente cuanto más nos empeñamos en conseguirlo, cuánto más “responsables” o conscientes somos de aquello que queremos, a menudo más tensión y estrés nos generamos. El cuerpo permanece en “alerta” la mayor parte del tiempo, con los consiguientes cambios vitales y fisiológicos (aumento de la presión sanguínea, alteración hormonal, tensión muscular, etc), pendiente de todas las señales o indicios que le permitan llegar a una solución. Y el hecho de no conseguirlo o de que surjan obstáculos inesperados en el camino, aún genera más frustración y estrés. Es un pez que se muerde la cola.
Es por ello, que es importante tener clara cuál es nuestra meta, pero siendo capaces de “olvidarnos de ella” y vivir el presente, durante el proceso. Con ello, facilitaremos que el cuerpo permanezca relajado, las emociones sean más llevaderas y en consecuencia posiblemente, el resultado llegue antes de lo esperado.
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Raquel Ballesteros es Licenciada en Psicología Col. 13297, Máster en Psicología Clínica y Máster en Musicoterapia por la Universidad de Vic, especializada en Terapia ACT y coaching, Facilitadora de procesos de cambio personal. Creadora del proyecto Viñetas para vivir, terapeuta, coach, docente, escritora. Terapeuta en Instituto Meridians en Barcelona de 2010 a 2018.
Encuentras a Raquel en www.vinetasparavivir.com
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