Después del parto, «loquios»

Son muchos los problemas y molestias que pueden aparecer después de dar a luz, algunos más graves que otros. Los trastornos más frecuentes son la aparición de dolor en la zona perineal, retención de loquios, pérdida excesiva de sangre, sudoración excesiva, disuria, incontinencia de orina, hemorroides, estreñimiento, infecciones genitourinarios, etc.

En el artículo de hoy hablaremos de la retención de loquios persistentes, uno de los síntomas más frecuentes que aparecen tras el parto.

Los loquios son secreciones vaginales que duran entre 6 y 8 semanas tras el alumbramiento, normalmente es un proceso fisiológico y normal, pero en algunos casos puede dar lugar a problemas más graves como infecciones genitourinarias.

Existen 3 tipos de loquios clasificados según la etapa en que son secretadas y la consistencia de ellas:

• Lochia Rubra. Es el primer flujo después del parto, de color rojizo porque contiene mucha sangre, incluso en forma de coágulos de distinto tamaño. Normalmente dura entre 3 y 5 días después de dar a luz y puede salir de forma continuada o a intervalos.
• Lochia Serosa. Es menos espesa y ya no hay tanta cantidad de sangre, de color marrón pálido o rosado, está formada sobre todo por células sanguíneas y moco cervical. Normalmente dura hasta el décimo día.
• Lochia Alba. Último periodo de secreción, el flujo se vuelve blanco o amarillento, ya casi no hay glóbulos rojos y principalmente está compuesto por leucocitos, colesterol, células de la piel del interior del útero y moco cervical.

En principio todas las manifestaciones de los loquios son muy parecidas a una menstruación normal, tanto aspecto como olor pueden llegar a recordar a esta. En el caso de que apareciera un olor más intenso y desagradable, habría que acudir al médico para descartar una posible infección.

Los loquios en la Medicina Tradicional China

Para la Medicina Tradicional China (MTC), tanto el embarazo como el parto, son un momento en el cual la mujer necesita un plus de energía y sangre puesto que su consumo es mucho mayor. Los síndromes más comunes son la deficiencia de energía (Qi) y Sangre (Xue), el estancamiento de energía y Sangre y la deficiencia de Riñón.

Estas deficiencias y bloqueos son aún mayores en el momento del alumbramiento, por eso es muy importante un embarazo tranquilo y descansado, en el cual la mujer pueda almacenar energía y Sangre para el momento del parto y su posterior recuperación.

Etiología y patología según la MTC

Son tres los factores principales que pueden causar la persistencia de loquios:

• Exceso de trabajo durante el embarazo: El trabajo consume nuestra energía (Qi), dando lugar a deficiencia de Qi. Una de las funciones principales de la energía es contener la Sangre, cuando el cuerpo no tiene suficiente Qi, puede dar lugar a apariciones de loquios de color rojo pálido.
• Invasión de frío: Si durante el embarazo o en el parto la mujer experimenta un golpe de frío, este puede colocarse e invadir la Sangre y el Útero. El frío ralentiza la circulación y puede dar lugar a un estancamiento de sangre, lo que favorecerá la aparición de más loquios.
• Pérdida excesiva de sangre en el parto: Si se pierde mucha sangre, esto puede causar lesiones en el Yin de la mujer, si en la mujer preexiste una condición de deficiencia de Yin, esto puede dar lugar a Calor por vacio. El calor puede penetrar a la Sangre y hacer que esta rebose los vasos sanguíneos y se produzcan hemorragias en forma de loquios.

Entonces de forma resumida podemos concluir que,

Principios de Tratamiento

Dependiendo de cada caso, se utilizarán puntos de acupuntura específicos para tonificar la energía, eliminar el frío interno y movilizar la Sangre, así como para tonificar la energía de Riñón –sobre todo el Yin– y eliminar el calor en la Sangre.

Además, es muy útil la utilización de plantas de la farmacopea china y la regulación dietética de la nueva mamá para favorecer la recuperación y ayudar a que el cuerpo tenga suficiente energía para que genere mucha leche y de calidad óptima.

Recomendaciones

• Mantener una correcta higiene de las partes íntimas, cambiando de compresas cada pocas horas.
• Evitar el uso de tampones puesto que puede causar infecciones.
• Ducharse en vez de bañarse, los baños también pueden causar infección.
• Cubrir la región lumbar y evitar la exposición a corrientes de aire y frío.
• Mantener un embarazo tranquilo, en la medida de lo posible evitando trabajar.
• Pauta de vida saludable, ejercicio suave y alimentación equilibrada.

Referencias

MACIOCIA, G. (2007) Obstetrics & gynecology in chinese medicine. Churchil Livingston. Ed. Elsevier.

WEST, Z. (2009) Acupuntura en el embarazo y el parto. Ed. Elsevier

USANDIZAGA, J., De la Fuente, P.  (2011). Obstetricia y Ginecología. Ed. Marbán