Las primeras referencias sobre la teoría del yin yang se encuentran en la dinastía Zhou, concretamente en el periodo Zhou Occidental (1121-722 a.c.), pero es en la época de los Reinos Combatientes (453-211 a.c.) cuando se impone como base en la medicina china para entender las causas de las enfermedades.
Los conceptos del Yin Yang surgieron observando las leyes de la naturaleza y no corresponden a unos conceptos concretos sino abstractos, opuestos entre ellos y complementarios. La definición de cualquier fenómeno o situación puede ser definida Yin con respecto a un concepto, o Yang con respecto a otro concepto. Por ejemplo, si hablamos de la primavera, esta será Yin con respecto al verano que será Yang, pero será Yang con respecto al invierno que será Yin. Así podemos definir diferentes situaciones siempre en parejas:
El cielo es Yang, la tierra es Yin.
El día es Yang, la noche es Yin.
El sol es Yang, la luna es Yin.
Existe un equilibrio dinámico entre el Yin y el Yang. El Yin necesita del Yang para poderlo controlar y compensar, al igual que el Yang necesita del Yin, uno no existe sin el otro. Cuando va aumentado el día (Yang), la noche (Yin) va disminuyendo y viceversa.
De igual manera, el organismo debe mantener un equilibrio Yin-Yang. No se trata de un equilibrio estático, más bien de un equilibrio dinámico y relativo. Si uno de los componentes entra en desarmonía, provocará que el otro también se desequilibre y al final se perderá la armonía global. Durante la noche (Yin) necesitamos descansar para poder estar activos y relajados durante el día (Yang).
Aplicando esta teoría al cuerpo humano tenemos unos órganos Yin –con la función de contener las sustancias nutritivas, la energía y la sangre (Riñón, Hígado, Pulmón, Bazo y Corazón)– y unas vísceras Yang –que reciben los alimentos, los digieren, transforman y evacuan (Vejiga, Vesícula Biliar, Intestino Grueso, Estómago e Intestino Delgado)–.
La energía (Qi) y la sangre (Xue) también constituyen una pareja Yin-Yang. La energía tiene las funciones Yang de calentar, propulsar, transformar y proteger, mientras que la sangre nutre y humedece, funciones consideradas Yin.
Dentro de los órganos encontramos otra pareja Yin-Yang, Corazón y Riñón. Corazón (Yang) pertenece al elemento fuego aportando calor al organismo y Riñón (Yin) al elemento agua encargado de enfriar y humedecer.
Encontramos diferente sintomatología según la desarmonía del Yin o del Yang, ya sea que estén en exceso o en insuficiencia. Algunos de estos síntomas son:
Exceso de Yang
Calor en la parte alta del cuerpo, cara y ojos rojos, boca amarga, garganta seca, dolores de cabeza, irritabilidad, agitación mental, pesadillas nocturnas, estreñimiento, opresión torácica, vértigos repentinos y fuertes, ruidos en las orejas de aparición rápida y fuerte, aftas bocales, sangrados, escozor y dolor al orinar
Exceso de Yin
Frío y retención de líquidos en la parte inferior del cuerpo, dolor menstrual o digestivo que incapacita, náuseas, vómitos, sensación de pesadez en el cuerpo, dolor de cabeza con sensación de “casco”.
Insuficiencia de Yang
Aversión y temor al frío, cansancio y falta de energía, respiración débil, hinchazón abdominal después de las comidas, heces blandas, sudoración al mínimo esfuerzo, incontinencia urinaria.
Insuficiencia de Yin
Trastornos del sueño con despertares nocturnos, sudoración y calor nocturna, sed y garganta seca, pies y manos calientes, nerviosismo y inquietud por la tarde noche, palpitaciones en reposo, debilidad lumbar y de rodillas.
En Instituto Meridians realizamos una valoración completa y personalizada en cada caso para encontrar el desajuste, tratarlo y así volver a armonizar al organismo. Para ello utilizamos de forma conjunta las técnicas que ofrece la medicina china: acupuntura, farmacopea, masaje tuina, dietética energética y ejercicios de Qi Gong y Tai Ji Quan.
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Silvia Magem es Licenciada en Medicina Tradicional China y Acupuntura, Diplomada en óptica y optometría por la Escola Universitària d’Òptica de Terrassa (EUOT) y terapeuta en Instituto Meridians en Barcelona
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Referencias:
MÉNDEZ, C. Apuntes de Fundamentos de Medicina Tradicional China. ISMET.
NGUYEN VAN NGHI,S. (1985) Medicina Tradicional China. IBB, S.A.
UNSCHULD, P. (2004) La sabiduría de curación China. La Liebre de Marzo.
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