La ansiedad y la depresión son dos de las principales causas de bajas laborales del siglo XXI. La actual forma de vida, junto con los malos hábitos alimentarios que tenemos inician un alud de disfunciones en el correcto funcionamiento del organismo, que se traduce en malestar y en enfermedades. La osteopatía, entendida como herramienta de búsqueda de la salud y reequilibrio de estructuras disfuncionales, brinda una herramienta interesantísima que trabaja de la mano de la medicina convencional en el abordaje de estas patologías.
En muchas ocasiones, ansiedad y depresión van unidas; no es algo que pueda generalizarse, ya que existen múltiples causas que las originan, pero hablamos de acontecimientos que llevan un tiempo cocinándose. En estos casos, el paciente suele iniciar el cuadro con síntomas ansiosos y carencia de unos determinados neurotransmisores; esta situación, mantenida en el tiempo acaba provocando la carencia de otros, y generando depresión.
Mientras que la medicina convencional únicamente aporta la parte farmacológica, la cual suple la carencia de los neurotransmisores que nos faltan, la osteopatía pretende trabajar sobre las estructuras que originariamente fabrican estos neurotransmisores.
Cuando se sufre estrés, se produce una secreción excesiva de cortisol, que finalmente agota el sistema, provoca peor respuesta del sistema inmunitario, agotamiento del páncreas y mala función digestiva. Muchos neurotransmisores son secretados a nivel digestivo, otros en cambio, se crean a nivel cerebral. Es por ello que en la actualidad se habla del segundo cerebro (el digestivo), y de la relación o el eje cerebro-intestino. Mediante la osteopatía podemos comprobar cómo están las estructuras craneales y viscerales, y asegurar su correcta movilidad para mejorar su función.
La osteopatía en el abordaje de la ansiedad y la depresión
Es importante verificar la movilidad de toda la columna, sobre todo a nivel cervical, de donde salen muchos nervios y ganglios nerviosos que intervienen en funciones que se alteran en ansiedad y en la depresión. También es importante liberar las membranas que recubren la médula espinal y el encéfalo, así como asegurar la correcta movilidad de los huesos craneales; éstos rodean estructuras cerebrales que están en relación directa con la secreción de hormonas y neurotransmisores necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.
El 90% de serotonina, neurotransmisor importantísimo que se encuentra carente en procesos depresivos, se fabrica a nivel intestinal. Así que, aparte de asegurar la correcta llegada de sangre a estructuras digestivas que facilitarán su fabricación, es necesario que evitemos el consumo de ciertos alimentos que inflaman el sistema (gluten y lácteos frecuentemente) y aumentan la porosidad intestinal. Cuanto más poroso tengamos el tubo digestivo, peor será la absorción de los nutrientes que ingerimos, y esto contribuirá a empeorar todavía más nuestra calidad de vida.
También trabajamos estructuras que a nivel físico contribuyen a empeorar la sintomatología, como por ejemplo la movilidad de la caja torácica, donde es habitual sentir dolor u opresión.
Ahora ya lo sabes, la osteopatía puede ayudarte junto con otras terapias a mejorar tu cuadro de ansiedad o depresión, siempre y cuando tú también pongas de tu parte. Consúltanos tu caso y te asesoraremos de manera individual.
____
Belén Olivas es osteópata especializada en ginecología y obstetricia, diplomada en Fisioterapia y terapeuta en Meridians. Terapeuta en Meridians de octubre 2018 a febrero 2021.