En Medicina China, el Qi es un concepto fundamental.
La vida se define a través del Qi, aunque este no pueda verse, tocarse, medirse, ni cuantificarse; es algo inmaterial pero a la vez esencial. El mundo material está formado por él, si no hay Qi no hay vida. Es una fuerza invisible, se puede definir como energía, se le conoce por lo que promueve, genera y calienta. El Qi, podríamos decir, es sinónimo de movimiento y proceso, catalizador del movimiento y la transformación.
Las plantas que crecen, los ríos que fluyen, las criaturas que se reproducen… son todas manifestaciones del Qi. Por ejemplo, en el ser humano todas las funciones del cuerpo y de la mente son manifestaciones del Qi, tales como las sensaciones, los sentimientos, las emociones, el moverse, el procrear, comunicarse, el movimiento… Es la forma en que se manifiesta la vida. En el cuerpo humano cuando el corazón late y el aliento es cálido se entiende que hay vida, en cambio cuando el corazón deja de latir y el cuerpo se enfría, el Qi ya no está presente, ya no hay vida, pero el cuerpo sigue existiendo.
Uno de los ideogramas del chino para describir el Qi, está formado por un radical superior que representa “vapor ascendente” y otro radical inferior que representa “un cereal”. Este símbolo representa el Qi de los alimentos y el Qi del aire “ 氣”
El origen del Qi
El Qi se genera a partir de la energía del aire que respiramos y de la energía de los alimentos que ingerimos, de aquí la importancia de estos dos factores. Desafortunadamente, hoy en día en la ciudad es difícil que podamos respirar aire puro, a no ser que subamos a una montaña. Pero lo que sí podemos hacer son ejercicios de respiración, por ejemplo con la práctica de Qi Gong –ciencia tradicional que cultiva la energía vital del cuerpo– e intentar mantener una dieta lo más saludable posible.
En nuestras manos está que tengamos una buena calidad de Qi, pero teniendo en cuenta que no siempre estos factores se cumplen y que hay otros aspectos que le afectan, como el estrés, la mala gestión de las emociones y otros factores externos y ajenos a nosotros mismos que pueden perjudicarlo, podemos apoyarnos en la Medicina China acudiendo a consulta para regular su flujo y tonificarlo en caso necesario, y así mantener un estado óptimo de salud.
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Raquel Pacheco es Graduada en Medicina Tradicional China y Acupuntura por ISMET, Quiromasaje superior por el Institut Ferlo, Dr. J. Sagrera Ferrándiz. Terapeuta en Meridians en Barcelona de 2010 a 2015.
Bibliografía:
Beinfield, H., Korngold, E. Entre el Cielo y la Tierra, los cinco elementos en la medicina china. Ed. La Liebre de Marzo
1 Comentario
Ary marzo 10, 2017
Muy interesante quiero estudiar medicina tradicional china para ayudar a lis demas
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