Os presento el caso clínico de Menchu, usuaria de Instituto Meridians desde hace dos años. Su motivo de consulta fue que sufría fuertes infecciones de orina que se iban repitiendo unas dos veces al año, durante unos 8 años aproximadamente. A lo largo de todos estos años Menchu realizó todo tipo de pruebas y tratamientos médicos con medicamentos y antibióticos sin llegar a solucionar el problema.
En la entrevista mantenida con Menchu en su primera visita, recogí los siguientes datos:
Dolor y sensación de pesadez en el bajo vientre
Deseo de orinar frecuente y urgente
Dolor al finalizar la micción
Escozor
Prurito vaginal
Empeoramiento de los síntomas cuando mantenía relaciones sexuales
Estado alterado, irritable, dispersa y con falta de concentración
Molestias de lumbares y de rodillas
Tras la valoración de sus síntomas, la observación del aspecto físico, la palpación del pulso, la observación de la lengua y la palpación de ciertos puntos en el cuerpo, pude concluir que Menchu tenía, tal y como se conoce en Medicina Tradicional China, el síndrome de Calor y Humedad en la Vejiga e insuficiencia de la energía Yin de Riñón.
El principio de tratamiento en las primeras visitas fue drenar el Calor y la Humedad en la Vejiga, y nutrir y refrescar la energía Yin de Riñón.
Para ello, apliqué técnicas de acupuntura, incluyendo sangrado de ciertos puntos de acupuntura, una fórmula de fitoterapia de la Medicina China para limpiar las vías urinarias y reforzar la energía del Riñón y, realizamos una revisión de la alimentación para evitar alimentos que la pudieran perjudicar en esta etapa.
La respuesta de Menchu a los primeros tratamientos fue muy notable. Desde la primera sesión con acupuntura empezaron a remitir la mayoría de los síntomas. A la tercera sesión ya iba al baño con normalidad y casi sin molestias, sólo un ligero escozor en la zona genital. Además, su estado anímico empezó a mejorar muy positivamente también. Durante muchos años, se vio envuelta en un círculo de molestias continuas que limitaban su calidad de vida y eso acabó afectando a su carácter.
Continuamos con las sesiones semanales hasta que desaparecieron todas las molestias y se consolidó la normalidad. Seguidamente pudimos espaciar las visitas y, hasta la fecha, Menchu sigue viniendo regularmente porque los tratamientos le aportan y le mantienen su salud física y emocional.
Gracias a su confianza y a su enorme colaboración con el tratamiento, juntas hemos podido superar un problema crónico, recurrente y muy molesto para el día a día de una mujer.
0 Comentarios
Deja uncomentario