La ciencia moderna confirma la eficacia de la acupuntura sobre el dolor crónico, aunque quedan por mejorar los métodos de investigación. En un artículo reciente publicado en El País acerca de los avances de la investigación sobre la eficacia de la acupuntura titulado: «La acupuntura ofrece un modesto efecto ante el dolor crónico» vemos como la ciencia moderna confirma una vez más la eficacia de la acupuntura en el tratamiento del dolor crónico, pero muestra también los límites de unos métodos de investigación a menudo poco adaptados a las particularidades de la disciplina.
Los autores del artículo explican como la acupuntura destaca en la investigación en el campo de las terapias naturales al ser una de las disciplinas que más veces muestra ser eficaz. Sin embargo frente a los resultados claros de la eficacia de la acupuntura en la evolución del dolor crónico en una revisión de 29 artículos en este caso, se discute el alcance de los hallazgos y el peso de otros parámetros como el efecto placebo o la validez de los métodos de investigación que comparan la acupuntura real a la acupuntura en puntos que no corresponden a puntos de acupuntura tradicionales.
¿Comó interpretar estos resultados?
Ante todo recordar que el efecto placebo interfiere en cualquier práctica de salud dependiendo entre otras cosas de las expectativas del usuario, y no es argumento suficiente para relativizar en exceso los resultados objetivos obtenidos por la acupuntura en el tratamiento del dolor crónico.
Más que una reflexión alrededor del efecto placebo como explicación de parte del efecto de la acupuntura, cabe recordar que otros sesgos inducidos por los propios métodos de investigación interfieren y dificultan la validación científica de los efectos de la acupuntura.
En muchos casos el planteamiento de dichas investigaciones desconsidera las propias bases teóricas de la Medicina Tradicional China (MTC) como la diferenciación de patrones energéticos en una misma enfermedad y pretende analizar sus efectos bajo un prisma sesgado, occidentalizado, contrario a los fundamentos de la propia disciplina y estandarizando por ejemplo los tratamientos de acupuntura estudiados, cuando por definición son individuales en base a la dolencia de cada uno y un contexto general único (factores clímaticos, laborales, constitucionales, culturales…). Por lo tanto, ¿es interesante preguntarse si una metodología de investigación que conoce mal su objeto lo puede evaluar de forma fiable? La investigación es necesaria pero faltan por desarrollar métodologías y diseños más adecuados a la características de la acupuntura y de la MTC.
Los autores destacan finalmente que independientemente de la interpretación que se puede extraer del análisis de estos resultados puestos en debate, lo más importante, y coincidimos en esto, el argumento definitivo e indiscutible es el alivio de dolor y/o de las molestias y la mejora de la calidad de vida del usuario y en este aspecto la acupuntura aporta una respuesta más que demostrada.
Referencias
La acupuntura ofrece un “modesto efecto” ante el dolor crónico. El País del 17/09/2012. Acceso 24/09/2012. Disponible en http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/09/17/actualidad/1347890786_072999.html
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Thomas Richard es Licenciado en Medicina Tradicional China y Acupuntura, Máster en cultura y sociedad en Asia Oriental, terapeuta, investigador, docente y director de I+D de Instituto Meridians en Barcelona
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