Podemos definir el dolor epigástrico como el que se produce en la parte superior del abdomen y que guarda una estrecha relación con la digestión, momento en el cual se produce la descomposición de los alimentos líquidos y sólidos para ser absorbidos y utilizados por el cuerpo como energía y nutrientes.
Cuando el alimento entra en el estómago se mezcla con jugos ácidos y se mantiene en él gracias a un músculo que actúa como esfínter para que no retroceda y pueda ser descompuesto. Cuando este esfínter no realiza su función –no cierra bien– y los alimentos retroceden hacia el esófago irritándolo y causando acidez y otros síntomas de incomodidad digestiva.
La relación de Estómago, Bazo e Hígado en Medicina China
Si tenemos en cuenta la relación entre los llamados Cinco Elementos de la Medicina Tradicional China, Estómago, Bazo e Hígado son los que están más implicados en los desórdenes digestivos. Anatómicamente, los tres se encuentran en el Jiao Medio (zona media del cuerpo). Las funciones de Bazo y Estómago están muy unidas entre sí, por un lado tenemos a Bazo que realiza la función de transformación y transporte de la energía de los alimentos con un movimiento de ascenso, y por otro lado, Estómago, que es como un caldero, se encarga de la descomposición y maduración de los alimentos y cuyo movimiento es descendente. Cuando entramos en patología, al existir una desarmonía en uno de estos órganos esta implica muy a menudo una desarmonía del otro, provocando con frecuencia hinchazón abdominal, dolor, regurgitación ácida, gases,…
El Hígado también afecta a la digestión, aporta energía de movimiento en el Jiao medio y ayuda a las funciones de Bazo y de Estómago. Cuando estamos estresados o irritados, fácilmente lo bloqueamos y es más fácil perder la armonía. En patología, el Hígado puede revelarse y manifestarse con eructos, hipo, náuseas y vómitos.
Determinando qué síndrome de desarmonía provoca el dolor en la “boca del estómago”
Desde la medicina china encontramos dos tipos de diagnósticos a la hora de clasificar los desordenes digestivos:
1. Por plenitud
Las causas pueden ser:
- Frío
- Calor
- Retención de alimentos
- Humedad
- Flema
- Estancamiento de Qi
- Estasis de Sangre
2. Por deficiencia
Las causas pueden ser:
Cada uno de estos síndromes de desarmonía, ya sea por plenitud o deficiencia, pueden manifestarse con sintomatología parecida, como eructos, hipo, nauseas y vómitos, pero la diferencia entre ellos es el carácter y la intensidad; por ejemplo, en el caso de plenitud tendremos eructos e hipo fuerte, muy sonoro y vómitos repentinos y copiosos, en cambio en el caso de deficiencia el sonido de los eructos y del hipo será débil y las nauseas ligeras y controladas.
Además para poder realizar un diagnóstico más concreto es importante tener en cuenta el momento del día de más dolor o molestia, si mejora o empeora con las comidas o con alimentos fríos o calientes, si manifiesta distensión u opresión del sistema digestivo y si va acompañado de una falta de aire…
En el caso de mejora después de las ingestas de las comidas, nos indica un caso de deficiencia, pero si empeora después de ingerir alimentos estamos delante de una plenitud. Si al comer alimentos calientes o al aplicar calor en la zona digestiva mejora, estamos en un caso de frío, pero si mejora comiendo alimentos fríos tenemos un caso de calor.
¿Y la alimentación?
Es importante poder realizar una valoración del tipo de desarmonía que produce el dolor para así tratarlo como es debido. Aunque parece evidente, muchas veces se olvida la importancia que tiene la alimentación en estos casos, ya que es clave para su tratamiento, al igual que algunos hábitos, como el tabaco y el alcohol.
Las recomendaciones de alimentación pueden personalizarse según el síndrome de desarmonía que provoca el dolor, pero en términos generales, se deben evitar los alimentos picantes y de naturaleza caliente (como la pimienta, ajo, cayena, cordero, entre otros), el exceso de comidas grasas y condimentadas también en perjudicial. Puedes consultar nuestra tabla de clasificación de los alimentos según la Medicina China como referencia.
Remedio casero para la acidez y el reflujo
Corta un trozo pequeño de patata cruda y licúalo con un poquito de agua. Cuélalo, y bebe el líquido resultante. Verás que su efecto antiácido aliviará tu malestar.
En Instituto Meridians podemos realizar todo el proceso para identificarlo y tratarlo como es más indicado en cada caso, utilizando las herramientas que nos ofrece la medicina china, milenarias y efectivas, como la acupuntura, la fitoterapia china y, como no, la dietoterapia.
Referencias
- MACIOCIA, G. (2009) La Práctica de la Medicina China. Ed. Elsevier
- Acidez gástrica. Mediline Plus (Internet). Acceso 22/02/2014. Disponible en: http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/003114.htm
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