Desde hace unos años los casos de personas con celiaquía (alergia total y permanente al gluten de los cereales) o personas con intolerancias al gluten (no hay una respuesta alérgica aguda, sino síntomas más leves, que también pueden darse en la celiaquía, como pérdida de peso, dolores de cabeza, hinchazón abdominal, inflamaciones, sinusitis, mucosidad en heces, flujo vaginal anormal, anemia…) han ido en aumento. En los dos casos se debe evitar el consumo de productos derivados de los siguientes cereales, así como estos cereales en sí mismos: trigo (y sus variedades espelta y kamut), cebada, centeno y avena.
Cuando se diagnostica la celiaquía (normalmente es de nacimiento o en los primeros años de la infancia) o la intolerancia al gluten, la persona o las familias se quedan un poco desorientadas y preocupadas por no saber qué pueden comer a partir de ahora. Estamos tan habituados al consumo de trigo (el más alterado genéticamente y el que más presente está en un infinito número de alimentos) ¡que parece que sin este alimento se nos acabe el mundo!.
Entonces nos aconsejan los productos sin gluten aptos para celiacos. Imitaciones de pan, galletas, bollos… Estos productos están totalmente modificados e industrializados y, en muchos casos, su consumo excesivo puede derivar en una diabetes tipo II, ya que su ingesta altera el funcionamiento del páncreas y el metabolismo del azúcar en sangre.
Al cuerpo le es muy fácil reconocer un alimento natural, primario. Se beneficia de él, de su energía y nutrientes. Sin embargo, le cuesta mucho asimilar y metabolizar productos alterados, industrializados y totalmente desnaturalizados. Éstos le restan energía al organismo, empeorando la calidad de la sangre y debilitando su sistema inmunológico.
La alimentación industrial actual, llena de productos refinados desvitalizados, transformados y con mucha levadura sintética, está destrozando los sistemas digestivo e inmunológico de las personas.
Cada vez aparecen más personas con mala calidad digestiva y enfermedades en este campo: celiaquías, intolerancias, diabetes, diarreas, estreñimiento, divertículos, enfermedad de Chron, colitis ulcerosa, cáncer de colon…
¿Por qué deseamos tanta bollería, harinas y pan blanco?
Porque ya no consumimos cereales de forma integral y natural: cereales de grano entero. Estas semillas de vida, las podemos plantar y crear nuevas plantas.
Alternativas y sugerencias para celiacos o intolerantes al gluten
En la alimentación natural y energética esta enfermedad no es ningún problema porque nuestro surtido de alimentos es muy amplio, sobre todo en lo que a cereales se refiere. Podemos vivir perfectamente sin consumir trigo, centeno, cebada y avena:
- Consumir cereales a diario en grano entero como: MIJO, QUINOA, TRIGO SARRACENO Y ARROZ INTEGRAL EN TODAS SUS VARIANTES (GRANO CORTO, MEDIO O LARGO). Evitar las harinas.
- Llevar una alimentación lo mas natural posible y con alimentos de origen biológico, sin procesar, especialmente de origen vegetal.
- Aprender la COCINA NATURAL Y ENERGETICA, sus técnicas y combinaciones de alimentos.
- Utilizar PROTEÍNAS como el pescado, legumbres bien cocinadas, algún huevo si hay signos evidentes de desnutrición, y proteínas de origen vegetal (tofu, y tempeh – NO el seitán puesto que se hace a partir del gluten del trigo).
- Es importante reforzar el sistema inmunitario y alcalinizar la sangre con el uso a diario de ALGAS MARINAS (dulse, wakame, nori, espagueti de mar).
- Usaremos a diario variedad de semillas (sésamo, girasol, calabaza) y frutos secos (almendras, avellanas, nueces, piñones).
- La fruta es mejor comerla cocinada en forma de compota, vapor, horno, ya que las personas afectadas siempre tienden a tener una naturaleza de frío y debilidad.
- Es importante utilizar condimentos fermentados en la confección de las recetas para tonificar el sistema digestivo, tales como el hatcho miso o tamari (soja fermentada sin gluten), o la ciruela umeboshi (por su alto poder alcalinizante y tonificante intestinal). También podemos usar a diario fermentados de verduras caseras, hechas con agua y sal durante unas 2-3 semanas, tales como la chukroute (col fermentada).
- Recomiendo evitar el consumo de grasas saturadas como carnes, embutidos, todos los lácteos y harinas, ya que estos alimentos no ayudan a mantener una buena calidad de flora intestinal, produciendo putrefacción, pérdida de flora intestinal y minerales, acumulaciones de toxinas.
- Leer detalladamente el etiquetado de los alimentos industriales.
Puede que al momento del diagnóstico pensemos que es un gran problema, pero la verdad es que puede ser un gran regalo, ya que así nos haremos más conscientes y responsables de nuestra salud a través de la alimentación, buscando más la calidad de los alimentos. Y este cambio nos dará, poco a poco sus frutos, generándonos más SALUD, VITALIDAD Y ENERGIA!
En este enlace puedes consultar deliciosas y sencillas RECETAS SIN GLUTEN.
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Helena González es Graduada en Medicina Tradicional China y Acupuntura, Diplomada en Alimentación Natural y Energética por la escuela de Montse Bradford, Graduada en Dietética Oriental y Naturista por IES Roger de Llúria, Profesora y coordinadora de la escuela de Montse Bradford, Profesora de Alimentación Natural y Energética en la escuela Mens Venilia (Barcelona) y el centro cultural Casa Elizalde (Barcelona) y terapeuta en Instituto Meridians en Barcelona.
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Referencias:
BRADFORD, M. (2009) La nueva cocina energética. Ed. Océano.
BUENO, M. (2003) Qué son los alimentos ecológicos. Ed. Integral
CUEVAS, O. (2003) El equilibrio a través de la alimentación, capítulo Alimentos ricos en carbohidratos, apartado Los cereales refinados y Los cereales integrales.
PÉREZ-CALVO SOLER, J. (2005) Nutrición Energética y salud. Editorial De Bolsillo.
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