Hace unos días la web www.micebrina.com publicó una entrevista a Helena González, nuestra especialista en alimentación energética. Te invitamos a echarle un vistazo:
Usted dice que hay alimentos que nos quitan energía…
Si, hay dos grupos principales que nos debilitan y nos quitan energía a medio plazo: el exceso de grasas saturadas (carnes, embutidos, huevos, quesos) y los “refinados” (harinas, cereales, pan blanco, arroz o pasta blanca, bollería…). Estos azúcares nos dan un “subidón” inmediato pero no nos sacian. Al cabo de un rato necesitamos “picar” porque nos sentimos fatigados otra vez. Lo mismo pasa con el café, si tomamos más de uno al día.
¿Por qué necesitamos tanto el café o la copa de vino?
Porque comemos muchos huevos, carne o quesos salados y embutidos. Estos alimentos nos generan una tensión a nivel energético y el cuerpo busca la distensión pidiéndonos azúcar, lácteos, alcohol o estimulantes. Es un bucle que nos provoca cambios de humor, nos impide concentrarnos y nos empeora la calidad de sangre… En mi consulta acuden muchas personas a quienes les faltan minerales, están cansadas y bloqueadas mentalmente.
«Tenemos tres cuerpos: el mental, el emocional y el físico. Si cuidamos nuestra alimentación se beneficiarán todos ellos.»
Entonces, ¿por dónde empezamos si queremos realizar un cambio en nuestra alimentación?
Pues comiendo como lo hacían nuestros antepasados. Es decir, de lo que nos da el campo en cada estación y en su forma original. Mucha más legumbre, cereal integral entero que nos aporta vitalidad. Y también soy una defensora de las verduras dulces que nos dan mucha energía y relajación: la calabaza, la cebolla, la zanahoria, la chirivía, la coliflor, el hinojo… La carne, si se quiere, ocasionalmente, y en porciones muy pequeñas. Recordemos que nuestros bisabuelos mataban el cerdo una vez al año.
¿Cómo es el plato ideal para tener energía todo el día?
Sería un plato combinado con todos nutrientes básicos. Por ejemplo: un 25% de arroz integral, un 25% de proteína como legumbres, proteínas vegetales (seitán o tofu) o pescado, un 25% de verduras de raíz o redondas (zanahoria, chirivía o calabaza) y otro 25% de hoja verde (judía verde o brócoli) sólo hervida 3 minutos para depurar nuestro hígado a diario. Y algas, para aportar más minerales, 2 cucharadas soperas a diario.
Pero no todos debemos comer igual… Supongo que depende de la constitución de cada uno.
Claro, es determinante. Los grupos de alimentos serán los mismos pero hay algunos más indicados para casa constitución. Tienes que preguntarte: ¿eres Don Quijote o Sancho Panza?
¿Cómo…?
Bueno, básicamente hay dos constituciones. Personas delgadas y espigadas con huesos finos y tendencia a perder peso. Tienden a dispersar su energía hacia afuera. Son como Don Quijote. Luego están las personas más robustas de huesos anchos que tienden a acumular y concentrar energía. Ellos serían el modelo Sancho Panza.
¿Algunas recomendaciones para cada uno de ellos?
A Sancho, le diría que evitara las grasas saturadas como la carne, los embutidos, huevos y las harinas horneadas (galletas, pizzas, pan). También los lácteos, azúcares, bollería y alcohol. Y en cambio incluyera en su alimentación más proteína vegetal, cereales integrales ligeros (quinoa, mijo, cebada, arroz). Y verduras depurativas como los champiñones, las alcachofas o los espárragos trigueros. Le van muy bien los “estofados”, la cocina de la abuela para tonificar el sistema digestivo y saciarle.
¿Y a Don Quijote, qué le recomienda?
Le vendría bien comer algún huevo puntualmente, algo de pescado a la semana y cereales como la avena o arroz de grano redondo, mijo, trigo sarraceno. Las verduras más indicadas para él son las de raíz y redondas, más densas y de energía más compacta. Las cocciones que sean largas. ¡Usad el horno! Es importante que no se salte ninguna comida y que éstas sean regulares. Siempre digo que tenemos tres cuerpos: el mental, el emocional y el físico. Si cuidamos nuestra alimentación se beneficiarán todos ellos.
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