El suelo pélvico está formado por múltiples y complejas capas de músculos que cierran la apertura de la pelvis –imagina una estructura tipo trampolín debajo de la pelvis–. Es uno de los grupos de músculos más importantes en el cuerpo por su fuerte influencia en la continencia, la función sexual en hombres y mujeres, su apoyo a los órganos de la pelvis y por cómo estabilizan la columna y guían al bebé hacía el canal de parto durante el alumbramiento.
No sólo por eso el suelo pélvico debe de estar tonificado y fuerte, también ayuda a retener la micción cuando la vejiga se encuentra llena o a aguantar las flatulencias cuando es necesario – los músculos se aprietan al toser, estornudar, reír o moverse.
Los músculos del suelo pélvico están diseñados para distenderse y permitir que nazca el bebé mientras ayudan a que pase por la pelvis. El gran estiramiento de los músculos durante el parto puede causar una debilidad muscular en el post parto, lo que se ve agravado porque también los nervios que los innervan se han estirado y provocan laxitud.
Durante el embarazo, las hormonas relaxina y progesterona –que contribuyen a aflojar los ligamentos en la pelvis aportándoles más movilidad para el parto– combinado con el peso del bebé también producen fragilidad en los músculos del suelo pélvico. En la fase post parto, si la mujer está amamantando, hasta que introduce sólidos en la alimentación del bebé, habrá un bajón de estrógeno similar a lo que pasa en la menopausia. La reducción de estrógeno post parto deja el suelo pélvico aún más relajado y suelto.
La importancia de ser consciente del suelo pélvico a lo largo de la vida no debería darse por hecho, aunque es un grupo muscular muy discreto, es uno de los más influyentes en el cuerpo humano.
Ejercicios y mantenimiento del suelo pélvico a través de los ejercicios Kegel (*)
1. El lento
Aprieta los músculos como haces cuando intentas detener la orina, tirándolos hacia arriba.
Contráelos y mantenlos así mientras cuentas hasta 5 respirando suavemente.
Luego, relájalos durante 5 segundos más, y repite la serie 10 veces.
Intenta aumentar progresivamente el tiempo de contracción y relajación. Empieza por 5 segundos en cada caso hasta llegar a los 20. Cuanto más tiempo consigas aguantar la contracción de los músculos, más fuertes se harán.
2. El rápido
Aprieta y relaja los músculos tan rápidamente como puedas hasta que te canses o transcurran unos 2 ó 3 minutos (lo que suceda primero). Empieza con 10 repeticiones cuatro veces al día hasta alcanzar las 50 repeticiones diarias.
3. El ascensor
Este ejercicio requiere cierta concentración, pero sus resultados son muy buenos. Tu vagina es un tubo muscular con secciones en forma de anillo dispuestas una sobre otra. Imagínate que cada sección es una planta diferente de un edificio, y que subes y bajas un ascensor tensionando cada sección. Empieza subiendo el ascensor suavemente hasta la primera planta, aguántalo durante un segundo, y sube hasta la segunda planta. Sigue subiendo tantas plantas como puedas (normalmente no más de cinco). Para bajar, aguanta también un segundo en cada planta. Cuando llegues abajo, intenta ir al sótano, empujando los músculos pélvicos hacia abajo durante unos segundos (tal y como si estuvieras de parto). Finalmente, intenta relajar por completo la musculatura durante unos segundos. Sobre todo, no te olvides de respirar pausadamente y de no realizar el ejercicio con ayuda de los músculos abdominales.
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Amy Proszowski es Doula de parto formada por Doulas of North America (DONA), Doula de Post Parto por Marenostrum Centro de Salud Familiar Barcelona, Profesora de Kundalini Yoga por International Kundalini Yoga Teachers Association (IKYTA) / Kundalini Research Institute (KRI International), Formada en The Birth Method (Yogini Birthing), Yoga Prenatal y Preparación al Parto, Formada en “Embarazo Saludable” desde el Yoga y la Esferodinamia y Profesora de Yoga Prenatal en Instituto Meridians en Barcelona.
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Referencias
*Crianza Natural (Ejercicios Kegel) – http://www.crianzanatural.com/art/art32.html
Childbirth Connection – http://www.childbirthconnection.org/article.asp?ck=10206
Foto: S. Berghaeuser
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