En la Medicina China se describe al sistema digestivo como un caldero, una gran olla donde se cocinan los alimentos a fuego lento para hacer un nutritivo brebaje (absorción de vitaminas, grasas, proteínas, minerales, azúcares, líquidos…) y proporcionar calor al ambiente (cuerpo).
El brebaje final servirá para nutrir a todo el organismo. Sin embargo, si el proceso de cocción no funciona bien, nuestra capacidad intelectual se verá muy resentida. La medicina oriental explica muy bien la relación entre un buen sistema digestivo y una capacidad intelectual potente. Si el sistema digestivo es flojo, la capacidad intelectual se verá deteriorada, ya que un sistema alimenta al otro y se comunican en ambas direcciones.
¿Quién es quién en la foto?
La MADERA que se quema representa la energía que proporcionan los Riñones al sistema digestivo para que se cocinen los alimentos. Si hay buen combustible, se podrán cocinar bien. Pero si escasea puede que haya problemas para cocinarlos.
El FUEGO representa la fuerza digestiva necesaria para cocinar los alimentos: transformarlos y metabolizarlos para que sean de fácil absorción y así nutran al cuerpo.
El CALDERO representa el estómago y resto de órganos que participan en el proceso digestivo (intestinos, páncreas, vesícula biliar…). Todos ellos son necesarios para que el proceso de transformación se lleve a cabo de una manera satisfactoria. Cada uno aporta un ingrediente especial para generar un excelente brebaje.
El CALDO del caldero se cocina a partir de los alimentos que comemos y bebemos y de los ingredientes especiales que añaden los órganos que participan en la digestión (jugos gástricos, jugos biliares, hormonas…)
Ahora ya sabemos que:
- SIN MADERA – energía de Riñón: no se puede mantener el fuego para cocinar los alimentos y proporcionar calor a la casa. Así, habrá malas digestiones, serán lentas, la persona tenderá a sentir frío, frío en la zona lumbar, y tendrá una mente lenta (falta de concentración, poca memoria, dispersión, pocos reflejos).
- SIN FUEGO – fuerza digestiva: no se cocinarán los alimentos o quedarán poco cocinados. Entonces nos encontraremos con gases, dolor abdominal después de comer, frío corporal y sueño después de las comidas, heces lientéricas (con trozos sin digerir), heces sueltas y pastosas, hinchazón abdominal, entre otros. Y a nivel mental tendremos una mente espesa, lenta, como envuelta en una nube.
- DEMASIADO FUEGO – fuerza digestiva desbordada: se producirán digestiones muy rápidas y la persona tendrá hambre de nuevo al poco de haber comido, sin conseguir saciarse. Dolor abdominal en zona estómago, calor repentino, sed y ganas de bebidas y comidas frías, mal aliento…
- SIN INGREDIENTES ESPECIALES: puede que el brebaje no sea del todo nutritivo, o se alargue la cocción de los alimentos demasiado tiempo (digestiones muy lentas y pesadas). Quizás no se podrán cocinar ciertos alimentos (grasas, proteínas densas, crudos), o se realizará una mala absorción de los nutrientes y se producirá una mala eliminación (restreñimiento, diarreas…).
ASÍ QUE:
NO somos lo que comemos. SOMOS LO QUE ASIMILAMOS a través de la digestión.
Algunos consejos para una buena digestión
- Comer relajado, con la boca cerrada y sin tener frío.
- Masticar muy bien. Mastica tus bebidas y bebe tus alimentos. Si te cuesta, cuando tengas la comida en la boca, suelta los cubiertos, apoya las manos en la mesa o encima tus muslos y cierra los ojos. Mantén tu atención sólo en los alimentos que tienes en la boca y fíjate cómo se van triturando y ensalivando.
- Comer primero los alimentos más contractivos energéticamente y pesados (proteína animal, cereal integral) que tardan más en digerirse y después los más ligeros (verduras).
- Dejar de comer antes de sentirse lleno.
- Nunca, jamás, comer sin hambre.
- Evitar malas combinaciones de alimentos: legumbres o tofu con especias o con fruta, cereal con fruta…
- Descansar unos 10-20 después de comer.
- Evitar el ejercicio intenso hasta unas 3 horas después de comer.
- Cenar temprano y de forma ligera con alimentos de fácil digestión. La fuerza digestiva baja a partir de las 18h de la tarde. Nuestro cuerpo funciona mucho mejor con horario solar.
- No beber líquidos fríos ni grandes cantidades. Si bebes hacerlo a sorbitos y que sea un líquido templado o caliente durante las comidas. Una sopa o infusión por ejemplo.
- Evita comer muchos crudos (ensaladas, fruta…), sobre todo si tienes falta de fuerza digestiva.
- Mejor toma una infusión digestiva después de comer y dejar los postres para más tarde.
Foto: FreeImages.com/Valentina Degiorgis
Referencias:
MACIOCIA, G. (2009) La Práctica de la Medicina China. Ed. Elsevier
SIONNEAU, P., CHAPPELET, J. (2005) Ces aliments qui nous soignent: La diététique chinoise au service de votre santé. Ed. Guy Tredaniel
CUEVAS, O. (1999) El equilibrio a través de la alimentación, I.F.P. Sanitario Roger de Llúria, www.rogerdelauria.com
PÉREZ-CALVO SOLER, J. (2005) Nutrición Energética y salud. Editorial De Bolsillo.
BRADFORD, M. (2014) La Alimentación Natural y Energética. Ed. Océano.
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Helena González es Diplomada en Medicina Tradicional China por el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales (ISMET). Diplomada en Alimentación Natural y Energética por la escuela de Montse Bradford y graduada en Dietética Oriental y Naturista por IES Roger de Llúria. Profesora titulada de la escuela de Alimentación Natural y Energética de Montse Bradford. Profesora y terapeuta en Instituto Meridians en Barcelona de 2010 a 2017.
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