En Occidente no sabemos cocinar bien las verduras. No sabemos hacerlas suculentas y conocemos pocos estilos de cocción. Por eso nos aburren, a los niños no les gustan…
Sin embargo, en Oriente las saben preparar de distintas maneras y utilizan una gran variedad de ellas. De esta manera consiguen que las verduras sean sabrosas, no sosas o blandas como las solemos cocinar aquí. Conocer las cualidades de cada verdura y saberlas cocinar es fundamental para que nos aporten su riqueza, variedad de texturas y sabor.
Las verduras nos aportan cualidades muy necesarias en nuestro día a día: frescor, hidratación, dulzor y depuración. Estas energías nos ayudan a estar más flexibles y ayudan al cuerpo a estar más limpio.
A nivel nutricional son fuente de vitaminas, minerales, fibra y agua.
Su presencia en el plato debe ser considerable, aproximadamente un 35-50% del plato (al mediodía y un poco más en la cena). Hoy en día se come poca verdura, y se como mucha carne.
Podemos clasificar las verduras en tres grupos principales:
1. De raíz
Nos aportan una energía de concentración y profundidad. Nos ayudan a mantener los “pies en la tierra” y nos dan Dulzor en la cocina. Tonifican el sistema digestivo, nuestro centro Hara.
Son: la cebolla (cocida), la zanahoria, la chirivía, la remolacha, nabo y rabanitos (estos dos últimos son depurativos).
Para aprovechar y reforzar su potente energía las utilizaremos en estilos de cocción largos, lentos y con poca agua: estofados, cremas, horno, hervidos largos.
El nabo y los rabanitos son la excepción en las verduras de raíz ya ayudan en la depuración, en personas con exceso de peso, y/o con calor. Totalmente contraindicados para personas delgadas, con frío.
2. Redondas
Nos proporcionan un efecto de calma, centro, relax. Nos ayudan a armonizar, ya que generan mucho Dulzor y el sabor dulce relaja.
Son: la calabaza y todas las de la familia de la col: col, brócoli, coliflor, col lombarda, coles de Bruselas.
Las utilizaremos siempre cocidas en hervidos largos para cremas (calabaza, coliflor) o sopas (col) y también en salteados cortos, vapor, horno.
3. De hoja verde
Su efecto es de frescor, ligereza, depuración, expansión y apertura. Las de más tallo (puerro (parte verde), cebollino, cebolla tierna, ajo tierno…) son más picantes (mueven) y están indicadas para desbloquear la energía y generar movimiento.
Son: el puerro, el apio, el brócoli y calabacín (aporta dulzor también), endibias, escarola, cebolla fresca, ajo tierno, borraja, judía verde, tirabeques…
Para aprovechar su clorofila y sus enzimas (muy necesarias para limpiar el Hígado), las cocinaremos durante poco tiempo y con cocciones suaves: hervidos de 3 minutos, salteados cortos, vapor de 3-5 minutos, escaldados, macerados.
La parte más verde de estas verduras, sobre todo hojas de col, hojas de coliflor, brócoli, judía verde nos aportan mucho Calcio. Tomadas a diario, junto con las algas, nuestro aporte de minerales está cubierto y no se requiere el consumo de lácteos.
IMPORTANTE:
- Las verduras deben consumirse frescas y a poder ser biológicas.
- Hay que cocinarlas a diario, ya que nos interesan sus vitaminas y nutrientes. Excepto en cremas, horno y estofados que se pueden cocinar el día anterior.
- En cada comida debemos tener en el plato, además del resto de ingredientes, mínimo dos tipos de verduras: HOJA VERDE + RAÍZ O REDONDA.
- Raíz y redondas por su dulzor, son muy indicadas para la cena, en forma de cremas dulces, vapor, hervidos.
- Verduras depurativas: nabo, rabanitos, espárragos trigueros, endivias, apio.
- NO SE CONSIDERA VERDURA, por su pobre valor nutricional las hojas para ENSALADA: lechuga, hoja de roble, canónigos… Aportan apenas fibra y demasiada agua.
- EVITAREMOS consumir también las verduras solanáceas: TOMATE, BERENJENA, PATATA Y PIMIENTO. Suelen apetecer mucho cuando la persona come carne ya que desbloquean y son más “fofas”. La solanina que contienen nos “roba” minerales, desmineralizan. Contraindicadas en personas con Fibromialgia, osteoporosis, osteomalacia, debilidad, con tendencia al frío o a enfermar.
Helena González es Diplomada en Medicina Tradicional China por el Instituto Superior de Medicinas Tradicionales (ISMET). Diplomada en Alimentación Natural y Energética por la escuela de Montse Bradford y graduada en Dietética Oriental y Naturista por IES Roger de Llúria. Profesora titulada de la escuela de Alimentación Natural y Energética de Montse Bradford. Profesora y terapeuta en Meridians en Barcelona de 2010 a 2017.
Referencias:
Bradford, M. Varios Ed. Oceano.
Cuevas, O. El equilibrio a través de la alimentación.
Perez-Calvo Soler, J. Nutrición Energética y salud. Editorial De Bolsillo.
0 Comentarios
Deja uncomentario